(1912-1916)
Ante el hermetismo que amenazaba al
cubismo analítico, Picasso ve la necesidad de buscar vínculos entre el arte y
la realidad. El pintor empieza a introducir objetos en sus cuadros como
periódicos, pedazos de metal, telas, madera, papel y otros materiales que pasan
a formar parte de la composición, originándose así el "collage"
Esta técnica de añadir diferentes
materiales al lienzo representa un paso revolucionario y rompe con la
tradición. A través del collage Picasso recupera el vínculo con la realidad que
se había perdido en el período del Cubismo analítico. La realidad no aparece ni
falseada ni desmenuzada; por el contrario, el arte reproduce las formas y los
colores de los objetos mismos, infundiéndoles de esta manera un nuevo valor.
En esta época Picasso vuelve al color y
a las superficies que dan una sensación de profundidad. La textura es
importante ahora para crear diferentes planos y perspectivas.
Al mismo tiempo que lleva a cabo estos
experimentos, Picasso vuelve a cultivar otros estilos más convencionales.
Botella del "Vieux Marc" (1913). Aquí Picasso llega a introducir
la misma realidad en el cuadro: son los "papiers collés", o papeles
pegados. En este caso, el papel con dibujos imita el mantel de la mesa y, un
fragmento del mismo, el vino que lleva el vaso. El periódico, en cambio,
representa lo que realmente es.
"Arlequín" (1915). Nuevamente es la leinea recta la que domina. Las figuras se construyen a base de alargados rectángulos. En este "período cristalino" el cubismo alcanza su grado máximo de pureza y equilibrio.
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